La dieta keto: que es y como funciona

La dieta keto (o dieta cetogénica) es una terapia nutricional basada en la reducción drástica de carbohidratos de la alimentación. Esto «obliga» al organismo a producir de forma independiente la glucosa necesaria para la supervivencia y aumentar el consumo energético de grasa, tanto procedente de la alimentación como del tejido adiposo. Los resultados indican que la dieta cetogénica puede mejorar la salud humana al reducir la inflamación asociada a trastornos neurológicos como la epilepsia y la migraña, el riesgo de diabetes el asma y más patologías. Esto está empujando a la comunidad científica a orientar más y más investigaciones clínicas hacia la aplicación de la dieta keto en humanos.

Introducción

Las afecciones crónicas como diabetes y obesidad van aumentando peligrosamente en los países industrializados, y el principal culpable es la alimentación que elegimos.

La alimentación occidental estándar contiene cantidades excesivas de proteínas e hidratos de carbono, los cuales son perjudiciales para la salud porque terminan provocando resistencia a la insulina y a la leptina. Como resultado, aumentamos de peso, estamos más susceptibles de contraer inflamación y desarrollamos una tendencia al daño celular.

Para evitar esto, se necesitan cambios alimenticios importantes, y la mejor manera es llevar al cuerpo a un estado de cetosis nutricional, una condición en la que el cuerpo quema grasa en lugar de azúcar como fuente de energía. Para lograr la cetosis nutricional es necesario seguir una dieta cetogénica  (en inglés ketogenic diet o keto diet) .

Pero, ¿qué es exactamente una dieta cetogénica? Esta guía te dirá todo lo que necesitas saber sobre la dieta keto: cómo puedes aplicarla a tu estilo de vida y qué beneficios puedes obtener de ella.

¿Qué es la dieta keto y cómo funciona?

Dieta cetogénica significa «dieta que produce cuerpos cetónicos». A su vez los cuerpos cetónicos son tres moléculas (acetona, acetoacetato, D-beta-hidroxibutirato) sintetizadas por el hígado como residuo metabólico de la producción de energía a partir de la grasa.

Mientras que los estilos de alimentación más comunes como la dieta mediterránea se componen de hidratos de carbono (aprox un 50%), grasas (30%) y proteínas (20%), lo que tienen en común todos los tipos de dieta keto  es que se reduce drásticamente la ingesta de los hidratos de carbono (a menos de 50g/día).

Simplificando lo que en realidad es un proceso metabólico bastante complejo, podemos decir que cuando los azúcares de la dieta se reducen mucho, como en el caso de una dieta caracterizada por una ingesta diaria de carbohidratos entre 20 y 50 gramos, después de un par de días las células empiezan a extraen energía de la grasa y de las proteínas. Los productos de la combustión de las grasas corporales son los «cuerpos cetónicos», sustancias que permiten aprovechar al máximo la energía del tejido adiposo, que se reduce, a diferencia de la masa magra del cuerpo (músculos) que no se ve afectada.

Una dieta keto hace que el cuerpo queme grasas para obtener de ellas energía que ya no proviene de los azúcares.

Los cuerpos cetónicos son combustibles alternativos esenciales que permiten a los humanos sobrevivir períodos de escasez de glucosa inducidos por el ayuno o la escasa ingesta de hidratos de carbono.

Por tanto la dieta keto representa un forzamiento metabólico que «obliga» al organismo a producir de forma independiente la glucosa necesaria para la supervivencia y aumentar el consumo energético de las grasas procedentes de la alimentación o contenidas en el tejido adiposo.

Los cuerpos cetónicos se producen regularmente en cantidades mínimas en el cuerpo y se eliminan fácilmente con la orina y la respiración pulmonar. Por el contrario la dieta keto induce un aumento de su concentración por encima de lo normal. Esta condición metabólica se denomina cetosis fisiológica.

Aunque el aumento de cuerpos cetónicos en la sangre tiende a bajar el pH sanguíneo, el error de muchos de los detractores de la dieta keto es confundir la cetosis nutricional (o cetosis fisiológica) con la cetoacidosis que ocurre en caso de diabetes no tratado.

Tipos de keto y aplicaciones terapéuticas

No existe un solo tipo de dieta cetogénica. De hecho se deben distinguir al menos dos típos de keto:

  •  La dieta keto finalizada a tratar la epilepsia no sensible a fármacos, la migraña y otros trastornos neurológicos y el asma. Se trata de un tipo de terapia nutricional isocalórica e hiperlipidica, basada en la ingesta de un alto porcentaje de grasa (del 60 al 90 por ciento de la ingesta calórica total) a expensas de los carbohidratos y las proteínas. Debido a que los pacientes con estos trastornos no tienen necesidad de adelgazar ni perder masa grasa, se trata de una dieta que reduce al mínimo los hidratos de carbono pero compensa su carencia con la ingesta aumentad de grasa. Estos pacientes utilizarán la grasa de la dieta como combustible para obtener energia

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  • La dieta keto finalizada a adelgazar y tratar la obesidad severa asociada a determinadas patologías metabólicas. Este otro tipo de dieta cetogénica se suele también llamar Very Low Calorie Ketogenic Diet, o simplemente VLCKD ya que se trata de un régimen hipocalórico o muy hipocalórico (600 – 1200 kcal diarias) basado en una escasa ingesta de hidratos de carbono (< 30 – 50g al día) y también de grasas. Como podemos intuir, este tipo de dieta está finalizada a forzar el organismo a “quemar” la grasa almacenada en el cuerpo. Aunque ambos tipos de terapia cetogénica se utilizan en el ámbito clínico, la malainformación sobre sus diferencias hace que muchos inclusos de los profesionales sanitarios sigan confundiendo la dieta keto con una más de las modas alimenticias del siglo.

keto diet

¿La dieta keto es hiperproteica?

Pues no lo es. Simplemente la ingesta de proteínas parece aumentada en términos relativos, ya que la ingesta de hidratos de carbono y de grasa es tan escasa que las proteínas son los principales constituyentes de la alimentación. Es importante que la ingesta de proteínas se mantenga ya que no tenemos reservas de proteínas en el cuerpo y un exceso de catabolismo produciría la “destrucción” (o catabolismo) de nuestros propios músculos. Aun así, la ingesta de proteínas se mantiene en los rangos de normalidad aunque siendo la base de la alimentación porque se trata de un régimen hipocalórico o muy hipocalórico.

La keto no es una dieta hiperproteica. Siendo un régimen a reducida ingesta de calorías, hidratos de carbono y grasa, la ingesta de proteínas que se mantiene normal parece aumentada. Pero es un aumento aparente.

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Cetosis nutricional versus cetoacidosis patológica

Los cuerpos cetónicos se producen normalmente en pequeñas cantidades en el cuerpo y se eliminan fácilmente con la orina y la respiración pulmonar. Por el contrario, la dieta cetogénica induce un aumento de su concentración por encima de lo normal. Esta condición metabólica se llama cetosis fisiológica.

De hecho, durante la cetosis nutricional fisiológica, la insulina normalmente es eficaz en el control glucémico, la cetonemia alcanza concentraciones no superiores a 7-8 mM / L y el pH no se mueve hacia valores dramáticamente más bajos de lo normal. Nada comparable a la cetoacidosis diabética, un cuadro patológico en el que la cetonemia puede alcanzar más de 25 mM/L.

Aunque el aumento de cuerpos cetónicos en la sangre tiende a disminuir el pH de la sangre, el error de muchos detractores de la dieta cetogénica es confundir la cetosis nutricional (o cetosis fisiológica) con la cetoacidosis patológica, una enfermedad que ocurre en la diabetes no tratada.

El origen de la cetosis diabética radica en la falta absoluta de insulina (como en la diabetes tipo 1) o más raramente en su ineficacia (diabetes mellitus descompensada) donde, debido a la incapacidad de los tejidos extrahepáticos para utilizar la glucosa, aumenta la gluconeogénesis hepática y la proteólisis. A la hiperglucemia, glucosuria y diuresis osmótica se suma un aumento de la lipólisis, ácidos grasos no esterificados y cuerpos cetónicos. La fuerte disminución de la reserva alcalina, combinada con hipovolemia y sufrimiento renal, conduce a una acidosis importante (>=25 mM/L). La cetoacidosis diabética consiste en la tríada de cetosis, hiperglucemia y acidosis. Con una VLCKD (contraindicado en T1D) la ingesta de proteínas y la reducción de carbohidratos garantizan la estabilidad de la glucemia a través de la gluconeogénesis hepática y esto promueve la secreción basal de insulina, esencial para mantener estable la cetonemia: la presencia de insulina, de hecho, modula la cetogénesis previniendo la aparición de cetoacidosis patológica «. [Spera, Mariani. El endocrinólogo 2017]

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Conclusiones

Finalmente cabe destacar que todos los estilos de alimentación que proporcionan menos calorías  y carbohidratos son cetogénicos. Por tanto son ciertamente bajos en carbohidratos y potencialmente cetogénicos, por ejemplo, la dieta Atkins y otros enfoques parecidos.

Sin embargo no hay que confundirlos con la keto. Esta última no es una dieta, es una terapia y como tal, debe ser prescrita y supervisada por médicos y nutricionistas.

Doctora en Alimentación y Salud

Life Coach especializada en Alimentación y Estilo de vida

Facilitadora de Procesos de Mindful Eating

 

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