El antipasto moderno es un ejemplo de cómo el pasado se recicla en el presente, ya que estaba de moda hace más de 2.000 años, en la antigua Roma. Incluso las propuestas enogastronómicas de última tendencia tienen un gusto antiguo y reflejan como la cultura culinaria de la Roma imperial ha dejado un gran legado en nuestra dieta y costumbres, incluso afuera de la cuenca mediterránea.