Alimentación contra las molestias del embarazo

Los cambios hormonales, anatómicos y estructurales que sufre el cuerpo de la mujer durante la gestación suelen generar molestias cuales ardor de estómago, nausea y vomito, estreñimiento, anemia, infecciones de orina. La alimentación puede ser una gran aliada en aliviar dichos síntomas.

1.       Cambios fisiológicos durante el embarazo

Se trata de adaptaciones fisiológicas que se ponen en marcha para permitir el desarrollo y crecimiento del feto y para preparar el organismo de la madre gestante para el parto y la lactancia.

1.1 Cambios neuro-hormonales a la base de todo

Las principales adaptaciones involucran el aparato urogenital, las mamas, el aparato digestivo, el sistema cardiocirculatorio, el respiratorio, el excretor. Los cambios que se producen en estos órganos están regulados, principalmente, por cambios hormonales. Ya tras su fecundación por parte del espermatozoide, el ovulo viaja hacia el endometrio uterino y allí induce la secreción de hormonas esteroideas (estrógenos y progesterona) hasta el cuarto mes de embarazo. En la primera fase de la gestación aparece en el ovario el cuerpo lúteo gestacional con la función de producir dichas hormonas y así mantener la gestación. Aunque más adelante (desde el sexto mes) será la placenta el máximo órgano encargado de producir dichas hormonas (y muchas más) en cantidad creciente hasta el final del embarazo. Así que el ovario queda inactivo durante el embaraz y se inhibe la secreción de la hormona estimulante del folículo (FSH) y la luteinizante (LH).

Los niveles plasmáticos de prolactina, cortisol y aldosterona también aumentan en el embarazo. A partir de la semana 20, el aumento de la hormona lactógena placentaria (hPL) y el nivel cada vez más alto de estrógeno y progesterona, determinan una resistencia periférica a la insulina cada vez más marcada y un efecto neutralizador de la insulina circulante, lo que determina un uso limitado de la glucosa. Como resultado de la resistencia a la insulina, se produce un aumento en la actividad secretora de las células beta de los islotes de Langerhans en el páncreas, lo que lleva a un aumento en los niveles basales de insulina, pero sin mejorar el marco de resistencia. A partir de la semana 20 de gestación, el glucagón también aumenta.

1.2 Otros cambios anatómico-estructurales

  • Cambios en el aparato urogenital: Gracias al incremento de estrógenos y progesterona la vulva y vagina se vuelven más elásticas ya que aumenta su vascularización. El útero también gradualmente se vasculariza más, su pared aumenta en fibras musculares (hipertrofia),  tejido fibroso y fibras elásticas. Se observa así un progresivo aumento de peso del utero (desde unos 70 g hasta 1 kg) y de su capacidad, sobre todo en las últimas semanas de gestación (desde 10 mL hasta unos 5 L). Siempre debido a la actividad de diferentes hormonas como la progesterona, aumenta el flujo plasmático en los riñones y se incrementa el filtrado renal en un 50%. Esto favorece la diuresis y así la eliminación de los desechos de la madre y el feto.
  •  Cambios en las mamas. Las mamas aumentan de tamaño debido al aumento del tejido glandular, la aureola mamaria aumenta la pigmentación y a partir de la semana 20, se empieza a generar la primera leche (calostro) que se acumula en los alveolos mamarios.
  • Cambios cardiocirculatorios: Se incrementa el volumen del corazón y la frecuencia cardiaca materna, aumenta también el volumen de sangre (de un 40 a un 55%) y disminuye el hematocrito. Estos cambios tienen el objetivo de favorecer la perfusión sanguínea de la placenta y así incrementar el flujo de oxígeno y nutrientes al feto. Durante el embarazo, se incrementan los requerimientos de hierro y puede aparecer anemia sideropenica que en ocasiones necesita suplementación (VER). También aumenta en sangre la concentración de los factores procoagulantes, que tendrán un efecto beneficioso durante el parto. Otro cambio circulatorio no funcional pero frecuente consiste en el aumento de la presión venosa en la mitad inferior del cuerpo, con el avance del embarazo, debido a la compresión que ejerce el útero sobe la vena cava inferior, que propiciará la formación de edemas y varices.
  • Cambios respiratorios: Para favorecer la oxígenación del feto aumenta el volumen respiratorio que ayuda a mantener los niveles de saturación de oxígeno en condiciones óptimas, tanto para la madre como para el feto.
  • Cambios digestivos: EL aumento progresivo de progesterona hace que disminuya la motilidad intestinal. Si por un lado aumentan las necesidades tanto energéticas como de nutrientes, al mismo tiempo el intestino maximiza su capacidad de absorción de los varios nutrientes, favoreciéndose su máxima utilización. También suele aparecer ardor de estómago, un gradual aumento  de la sed y el hambre, aumenta el metabolismo basal, puede alterarse la tolerancia a la glucosa y manifestarse diabetes gestacional.

2. Molestias habituales y cómo aliviarlas con la dieta

Hay que procurar que molestias como ardor de estómago, nausea, estreñimiento permitan llevar a cabo una alimentación equilibrada y variada

La serie de adaptaciones hormonales que sufre la mujer durante los primeros meses de gestación suelen generar molestias bastante habituales. A continuación se describen algunas recomendaciones dietéticas y de estilo de vida para mejorar dichas malestares:

2.1 Náuseas y vómitos en el embarazo: cómo aliviar los síntomas

Debido a los cambios metabólicos, durante los primeros meses de gestación se producen cambios en las preferencias de los alimentos, varía el sentido del gusto y la sensibilidad olfativa de la mujer. También suelen aparecer náusea, vómito (hiperemesis gravídica) y acidez, trastornos gastrointestinales muy comunes particularmente en el primer trimestre. Al final del cuarto mes de embarazo, dichos síntomas se atenúan o desaparecen.

Ocurre en el 80-85% de las mujeres embarazadas y en el 52% de los casos se asocia con vómitos. En casos puntuales, náusea y vómitos persistentes se convierten en un problema clínico más serio (0,3-2% de los casos) ya que pueden conllevar deshidratación, desequilibrio electrolítico, cetonuria y pérdida significativa de peso (del 5%) que comprometen el estado general de salud materna. En estos casos concretos podría ser necesaria la hospitalización.

Simples precauciones. En la mayoría de los casos, sin embargo, para aliviar los síntomas de nausea durante el primer trimestre de embarazo basta con:

  • Evitar las comidas copiosas. Preferir comidas poco abundantes, ligeras, frecuentes y a base de alimentos sólidos
  • Consumir preferentemente hidratos de carbono que faciliten la digestión (pan tostado, cereales, etc..). Antes de levantarse de la cama es aconsejable tomar este tipo de alimentos y esperar unos minutos antes de ponerse de pie.
  • Evitar la ingesta de líquidos durante las comidas.
  • Beber mucho, pero lejos de las comidas y en pequeños sorbos
  • Evitar alcohol y tabaco, bebidas o alimentos muy ácidos (zumos), con gas o excitantes (café o té)
  • Evitar los alimentos que exacerban las náuseas y la hipersensibilidad a olores y sabores. Por ejemplo, mejor limitar las especias y los alimentos con olores fuertes
  • Limitar los alimentos que no sean bien tolerados
  • Disminuir el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares simples
  • No acostarse inmediatamente después de una comida
  • Controlar el peso
  • El tratamiento de la hiperemesis gravídica, además de las indicaciones dietéticas, consiste en la hidratación, en el restablecimiento del equilibrio de electrolitos, en el uso de antieméticos.

En el estado actual del conocimiento, no hay evidencia que sugiera regímenes dietéticos específicos para mujeres con hiperemesis, además de los mencionados anteriormente.

El aumento progresivo de progesterona hace que disminuya la motilidad intestinal y el tono muscular del esófago. En consecuencia, durante la gestación puede aparecer reflujo gastroesofágico, acidez y estreñimiento gestacional.

2.2 Ardor de estómago, acidez o pirosis

A partir del cuarto mes de embarazo, la barriguita ya se hace más evidente y la ropa empieza a apretar. Al mismo tiempo pueden aparecer los síntomas comunes de esta etapa como ardor de estómago, retención de líquidos o varices.

El ardor de estómago es una sensación de calor en la pared del estómago y las causas pueden ser varias. El ardor puede ser debido tanto a un aumento como una disminución de la acidez en el estómago, la presencia de infección por parte del helicobacter pylori, hernia de hiato, estrés, uso de fármacos mal tolerados por parte del estómago, tóxicos. Ayudas naturales contra el ardor de estómago incluyen tomar jugo de aloe vera para contrarrestar la acidez y cicatrizar eventuales úlceras, o tomar semillas de lino o de chía remojadas. Los mucílagos que se generan con el remojo calman la irritación de la mucosa gástrica

También se presenta en condiciones fisiológicas como el embarazo y el envejecimiento. Durante el embarazo el ardor de estómago puede originarse por el hecho de masticar poco los alimentos, hacer las comidas de forma desordenada o demasiado ricas en grasas o alimentos irritantes de las paredes del estómago,  cenar demasiado tarde o antes de realizar actividad física. También la diabetes gestacional puede favorecer episodios de reflujo y acidez ya que el aumento descontrolado de glicemia promueve la relajación del esfínter que separa el esofago del estomago.

Aquí, algunas recomendaciones para aliviar el ardor de estómago:

  • Repartir los alimentos a lo largo del día de forma ordenada, intentando reducir el volumen de la comida y aumentar su frecuencia.
  • Evitar las comidas grasas e intentar comer despacio, masticando bien
  • Tomar infusiones específicas de herbolario contra el reflujo
  • Comer alimentos reconocidos por contrarrestar dichos síntomas. Entre ellos, ciruela o pasta de umeboshi
  • No acostarse justo después de comer, evitando la ingesta de alimentos en las 2 a 3 horas previas.
  • Evitar realizar actividad física antes de acostarse (2h) o justo después de las comidas.
  • Utilizar ropa cómoda que no comprima el vientre.
  • Además, tomar un «chupito» de leche fría tambien suele aliviar los sintomas de acidez

2.3 Estreñimiento

Durante el embarazo también es frecuente la aparición de estreñimiento.

El 35-40% de las embarazadas sufre alteraciones en la defecación.

El estreñimiento tiene una incidencia del 39% a las 14 semanas de gestación y del 20% a las 36 semanas de gestación. El estreñimiento se puede agravar tomando suplementos de hierro. Es importante prevenir y combatir el estreñimiento para evitar la aparición de complicaciones como hemorroides, ectasias del plexo hemorroidal, que pueden estar asociadas con molestias y proctorragias.

Recomendaciones. El tratamiento del estreñimiento en el embarazo incluye una alimentación adecuada, hidratación y ejercicio:

  • Incrementar la ingesta de agua y líquidos temblados. La deshidratación es uno de los principales factores de riesgo de contracciones precoces. Beber menos de 1.5 – 2L puede así estimular la liberación de oxitocina en fases tempranas de embarazo. Por lo tanto es muy importante beber al menos ocho – diez vasos de agua al día. Las bebidas calientes (sopas, caldos, etc.) o a temperatura ambiente, mejoran la motilidad intestinal.
  • En caso de co-presencia de otros sintomas comunes en el embarazo, cuales calamres o molestias musculares, se recomienda valorar el uso de bebidas isotónicas que además de hidratar ayudan a mantener el equilibrio electrolítico del organismo y prevenir posibles carencias de minerales como el magnesio. Una bebida natural rica de minerales es el agua de coco
  • Consumir preferentemente alimentos ricos en fibra (legumbres, cereales integrales, frutas, verduras, etc.), siempre que se toleren bien
  • No limitar el consumo de grasas saludables, mejor si aceite de oliva virgen extra y en crudo, ya que tienen una función lubricante,  activan el higado y el peristaltismo en la vesicula biliar, además de los otros beneficios
  • Introducir alimentos que ayudan a regular el transito intestinal. Entre ellos destacan las semillas de chía (leer el articulo completo sobre Las multiples propriedades de la chía)
  • Practicar regularmente alguna actividad física moderada
  • No tomar laxantes salvo bajo prescripción médica. Una opción más saludable es la toma de probióticos específicos contra el estreñimientos.
  • Tomar probíoticos para la mejora del estreñimiento (leer más)

2.5 Hemorroides

Las hemorroides tanto internas como externas son una de las molestias más frecuentes del embarazo (aproximadamente el 40% de las mujeres embarazadas sufre de hemorroides, sobre todo en el tercer trimestre o en cualquier otra fase de la gestación).

Las medidas de prevención incluyen mantener una buena hidratación y consumir una dieta rica en fibra (fruta, verdura, granos integrales) para procurar evitar el estreñimiento y favorecer que las heces estén blandas, realizar ejercicio a diario, procura reducir la presión en la zona anal evitando pasar mucho tiempo sentada o de pie, evitar de dormir boca arriba.

Si no fuera suficiente para evitar las hemorroides, es posible recurrir a alivios naturales para aliviar el dolor momentáneamente. Entre ellos destacan los baños de asiento con agua templada o infusión de hierbas antiinflamatorias como la cola de caballo. Generalmente se recomienda evitar el agua muy fría o muy caliente ya que estos extremos pueden empeorar los síntomas. Sin embargo, a algunas mujeres les viene bien el frío. En estos casos se pueden hacer baños de asiento con agua fría o empapar un trapo de infusión de cola de caballo, ponerlo en el congelador y cuando esté muy frío aplicarlo en la zona para favorecer el efecto de vasocostricción y calmar la inflamación. La arcilla verde también resulta útil en el alivio del dolor y la inflamación.

Otro truco para aliviar el dolor es el uso de toallas húmedas para limpiarse tras las deposiciones Por el contrario el uso de papel higiénico puede incrementar el dolor ya que es menos suave y al estar seco. Es importante secar cuidadosamente la zona inflamada.

Otra sugerencia importante: se recomienda ropa interior de algodón, más suave y que permite la transpiración

Si estos remedios no fuesen suficientes se puede también recurrir a medicación tópica o supositorios que no supongan un riesgo para el feto.

2.6 Anemia por deficiencia de hierro

La anemia se define como una disminución de la masa de eritrocitos y la cantidad total de hemoglobina transportada por los eritrocitos y, por lo tanto, del suministro de oxígeno a los tejidos. En general, todo embarazo fisiológico se caracteriza por una reducción moderada en la concentración de hemoglobina. Este cambio en sí es normal ya que el aumento del volumen de sangre típico del embarazo, se debe más al aumento del compartimiento plasmático en comparación con el componente eritrocítico (glóbulos rojos) y eso genera hemodilución. Este fenómeno alcanza la máxima proporción entre el final del segundo trimestre y el tercer trimestre. La reducción en la concentración de Hb da como resultado una reducción en la viscosidad de la sangre, con la consiguiente mejora en la perfusión placentaria que favorece los intercambios de nutrientes materno-fetales.

La concentración de hemoglobina no es un indicador particularmente sensible de anemia en el embarazo, porque la liberación de oxígeno a los tejidos también depende de la capacidad de la hemoglobina para unirse al oxígeno y al flujo sanguíneo en los tejidos. Sin embargo, dado que la medición de la masa de los glóbulos rojos sería larga y costosa, la diagnosis de anemia se basa en la reducción de la concentración de Hb en comparación con los valores normales.

La anemia en el embarazo se define como el hallazgo de valores de hemoglobina (Hb) <11 g/dL (Hematocrito <33%) en el primer y tercer trimestres y Hb <10.5 g/dL (Ht <32% ) en el segundo trimestre (desde la semana 28). La anemia grave es un riesgo tanto para la salud de la madre como para la del feto.

Recomendaciones:

  • Las pruebas de detección de anemia a mujeres en embarazo deben realizarse con la máxima antelación, en la primera cita. Posteriormente, deben repetirse a las 28 semanas para tener el tiempo adecuado para el tratamiento, si es necesario, incluso a las 33-37 semanas.
  • En caso de niveles de hemoglobina más bajos que lo normal para el momento del embarazo, se debe prescribir la terapia adecuada, proporcionando a las mujeres información sobre los posibles efectos secundarios

¿Necesito tomar suplementos a base de hierro?

La mayoría de las mujeres no necesitan hierro durante el embarazo. Además, dicha suplementación no está libre de efectos secundarios como por ejemplo, estreñimiento, diarrea, acidez estomacal. El hierro está indicado si las concentraciones de hemoglobina en el primer trimestre son menores que 11 g/dl y <10.5 g/dl más allá de la semana 28. La suplementación podría también ser útil si la mujer embarazada es vegana o vegetariana, sin embargo la evaluación será a cargo del médico especialista.

2.7 Infección urinaria en el embarazo: prevención y tratamiento

La cistitis es una infección urinaria causada por bacterias vaginales o intestinales que translocan hacia la vejiga. Es un trastorno que en sí mismo es más frecuente en la población femenina que en la masculina (la uretra de las mujeres es más corta que la masculina) y aún más en las mujeres en el embarazo.

Tanto la prevención como el tratamiento mejoran con el uso de probióticos. [Leer más]

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Referencias  de profundización

  • La alimentación de nuestros hijos, Montse Bradford
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